Los detalles se conocerán en los próximos días y podrían salvar miles de trabajos vinculados con el sector. Los recortes del Ministerio de Cultura en cine español del 37% a llevado a la imposibilidad de llevar a cabo un gran número de rodajes.
El recorte presupuestario que vive España en cada uno de sus Ministerios ha afectado fuertemente al de Cultura. Se ha visto reducido en un 21%, sin embargo a sido el capítulo dedicado al Cine español el que ha salido peor parado con una disminución de hasta el 37% y cinco líneas menos de ayuda.
Las consecuencias no han tardado en sucederse ya que de 90 nuevos rodajes que empezaron el año pasado en este primer trimestre del año, en 2012 apenas han sido 26 lo que ha dejado a una buena parte de actores, actrices, guionistas y demás profesiones vinculadas al sector en palo seco y sin trabajo.
¿Cómo se pueden financiar, por tanto, películas sin las anteriores numerosas subvenciones que ha recibido el sector durante mucho tiempo? La directora general del Instituto de Cinematografía y Artes Visuales (ICAA), Susana de la Sierra, adelantará en los próximos días medidas para que el transcurso de producción cinematográfica vuelva a remontar.
Disparidad en las desgravaciones
Esto será posible gracias a unos acuerdos con el ICO y otras entidades gracias a una serie de créditos, cuyas cuantías aún no han sido desveladas y que se presentarán próximamente con el objetivo de darle aire a tan maltrecho sector- cabe recordar que el ICO ya tenía un convenio anterior de colaboración con el ICAA de 50 millones de euros-.
Pero no solo a ellos, los medios de comunicación y trabajadores autónomos vinculados a estos campos podrían incluso beneficiarse de ellos tras verse reducido a 49 millones de euros su presupuesto total
Otro tema que se ha comentado desde el Ministerio de Cultura es de los incentivos y desgravaciones fiscales. Según la actual Ley del cine (2007) ya existen este tipo de desgravaciones establecidas en un 18% pero realmente bajas y que apenas funcionan reconociendo así que son “muy difíciles de aplicar”. En el resto de países europeos estás cifras llegan al 25%. Sin embargo de modificarlas estarían lejos del 40% que piden los productores.
